Introducción: La neumonía por Chlamydia trachomatis corresponde a la infección del parénquima pulmonar por dicho agente, considerado una bacteria atípica debido a sus características y alteraciones clínico-radiológicas que la asemejan a los agentes virales.
Caso Clínico: Lactante de 1 mes y 14 días, sin antecedentes mórbidos, consulta por cuadro de 1 semana de tos y dificultad respiratoria, afebril. Al examen físico ocular con secreción purulenta bilateral, y respiratorio con crépitos y sibilancias. Radiografía de tórax sugerente de neumonía, sin embargo, con un patrón infrecuente para gérmenes atípicos. Se hospitaliza y se inicia tratamiento antibiótico empírico con azitromicina más penicilina sódica, reemplazada posteriormente por cefotaxima. Se confirma el diagnóstico de neumonía por Chlamydia trachomatis mediante técnica de Reacción de Polimerasa en Cadena (PCR) en secreción orofaríngea. Evoluciona favorablemente, alta hospitalaria al séptimo día.
Discusión: Neumonía por Chlamydia trachomatis forma parte de un grupo mayor denominado como neumonía afebril del primer trimestre. Su diagnóstico es clínico-radiológico. Clínicamente se caracteriza por tos en accesos y signos de dificultad respiratoria. No hay una imagen radiológica de tórax patognomónica, sin embargo, destaca en este caso la presencia de un patrón infrecuente como lo es la condensación asociada a un leve derrame pleural. Según guías norteamericanas el tratamiento antibiótico de primera línea corresponde a eritromicina oral, siendo la azitromicina de segunda línea.
(1) Darville T. Chlamydia trachomatis Infections in Neonates and Young Children. Seminars in Pediatric Infectious Diseases. 2005; 16(4): 235-244.
(2) Martins J, Ribeiro Luís C, Correia De Aguiar T, Garrote Marcos J, João Rocha Brito M. Infección por Chlamydia trachomatis en el primer año de vida. Anales de Pediatría. 2011; 74(5): 298-302.
(3) León A, Ceruti E, Diaz A, Pinto R, et al. Etiología de las infecciones respiratorias agudas bajas en lactantes hospitalizados. 3a parte: investigación de chlamydia trachomatis. Rev Chil Pediatr 1990; 61: 242-7.
(4) Hammerschlag MR. Chlamydia trachomatis and Chlamydia pneumoniae infections in children and adolescents. Pediatr Rev. 2004; 25: 43-51.
(5) Trebach JD, Chaulk CP, Page KR, Tuddenham S, Ghanem KG. Neisseria gonorrhoeae and Chlamydia trachomatis among women reporting extragenital exposures. Sex Transm Dis. 2015; 42: 233.
(6) Saiman L. Infectious Diseases of the Fetus and Newborn Infant. JAMA. 2012; 307(17): 1865.
(7) Radkowsky MA, Kranzler JK, Beem BO, Tipple MA. Chlamydia pneumoniae in infants: radiography in 125 cases. AJR Am J Roentgenol. 1981; 137: 703-6.
(8) Black CM. Current methods of laboratory diagnosis of Chlamydia trachomatis infections. Clin Microbiol Rev. 1997; 10: 160.
(9) Geisler W. Diagnosis and Management of Uncomplicated Chlamydia trachomatis Infections in Adolescents and Adults: Summary of Evidence Reviewed for the 2015 Centers for Disease Control and Prevention Sexually Transmitted Diseases Treatment Guidelines. Clin Infect Dis. 2015; 61(suppl 8): S774-S784.
(10) Workowski KA, Bolan GA. Centers for Disease Control and Prevention. Sexually transmitted diseases treatment guidelines, 2015. MMWR Recomm Rep. 2015; 64: 1.
(11) Aberg JA, Gallant JE, Ghanem KG, Emmanuel P, Zingman BS, Horberg MA. Primary care guidelines for the management of persons infected with HIV: 2013 update by the HIV medicine association of the Infectious Diseases Society of America. Clin Infect Dis. 2014; 58: e1.